En julio de 2016, se aprueba el proyecto «Contribuyendo a la lucha contra la violencia sexual comercial infantil en los municipios de El Alto y La Paz», el cual se extenderá hasta junio de 2019.
En el marco de este proyecto, se programan intervenciones puntuales en el “Programa Tilata”, perteneciente a la Fundación Munasim Kullakita, considerado como un paso intermedio entre la institucionalización (hogar de acogida) y la independencia. Este contempla que mujeres de 18 años para adelante, no sólo se beneficien con el cobijo de una vivienda, sino que además en la misma, ellas continúen recibiendo capacitación técnica, social, orientación legal, psicológica, trabajen o estudien, con autonomía, pero con el acompañamiento y asesoría del personal responsable.
El trabajo entre Educo y la Fundación Munasim Kullakita (FMK) se inicia a finales de 2012, con la ejecución del proyecto: «Prevención e intervención en la problemática de violencia sexual comercial infantil en la ciudad de El Alto» en sus fases 1 y 2, concluyendo en marzo de 2015.
Entonces, es esa infraestructura accesible y espaciosa registrada por el seguimiento realizado por Educo, la que consolida al “Programa Tilata” como el espacio ideal para la elaboración de una propuesta de producción urbana, que se vio reforzada con las demandas propias de la población destinataria en lo que refiere a equipamiento y fomento a las acciones productivas que promueve la FMK.
Un cambio real a partir del empoderamiento
En palabras de Víctor Rico, Técnico de Cooperación de Educo, aún no se ha hecho lo suficiente para enfrentar la problemática de violencia sexual comercial y delitos conexos (trata, tráfico, proxenetismo, pornografía infantil, etc.), que más allá de disminuir están incrementándose.
“Más allá de mitigarse, está creciendo, esto, producto de su rentabilidad, ya que se conoce que luego del narcotráfico y tráfico de armas, son los delitos más rentables en la actualidad”, aclaró Rico.
El enfoque integral de este proyecto permite afirmar que se logrará un cambio real en las vidas de las participantes, a través de: empoderamiento social (formación técnica de las participantes a través de la, talleres socioeducativos, apoyo psicológico, orientación y acompañamiento a procesos legales, promoviendo su reinserción social, laboral y restitución progresiva del ejercicio de sus derecho) y empoderamiento económico (equipamiento de un taller textil y una panadería, donde capacitadoras/es certificados realizarán formaciones especializadas con la finalidad que las participantes puedan aprender haciendo y se dé el surgimiento de emprendimientos productivo y la certificación de las formaciones, como herramienta generadora de oportunidades para su subsistencia digna, ya sea a través del autoempleo o insertándose dentro del mercado laboral).
Educo y FMK asumen un rol de corresponsabilidad sobre la ejecución efectiva del proyecto, seguimiento, monitoreo y evaluación del mismo, así como acciones destinadas a la transparencia y rendición de cuentas para con las participantes, aliados estratégicos, instancias de gobierno referentes, el financiador y otros actores involucrados.
Buena acogida
Es posible manifestar que en Bolivia existen avances en lo que refiere a la ampliación del ejercicio de los derechos a la educación y a la salud, mas, también aún persisten desigualdades nacidas a partir de cuestiones de género, contexto y cultura.
“La disparidad en el país reside principalmente en las capacidades, acceso a oportunidades y participación económica. En cuanto a la participación política, se observan mejoras a nivel cuantitativo, pero no a nivel cualitativo”, manifiesta Víctor Rico.
En este caso, la experiencia de trabajo de la Fundación Munasim Kullakita en iniciativas productivas, la demanda de la población destinataria y el carácter optativo de las acciones; han permitido configurar un programa de trabajo que articula las actividades del proyecto, con otras responsabilidades de la población destinataria.
