Conoce la historia de Andrea Cornejo, quien logró superar las barreras de la discapacidad, en sus propias palabras…

Soy Marcia Andrea Cornejo Vargas, nací el 23 de enero de 1986 en La Paz. Estudié diseño gráfico y en la actualidad me desempeño como Concejala Municipal del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.
Tuve una infancia feliz, hice lo que las niñas hacen, pero desde pequeña comencé a notar que me cansaba más rápido que el resto, no tenía tanta fuerza y pequeños detalles como esos.
A los 9 años, finalmente, me diagnosticaron atrofia muscular espinal tipo 2, una enfermedad degenerativa que poco a poco fue quitándome fuerza en los músculos, causándome dificultades en la motricidad. A, a partir de ese momento visité muchos médicos quienes finalmente concluyeron que debía someterme a una operación en la columna, pero que la operación podía realizarse recién a mis 16 años.
Durante ese periodo mi familia fue mi apoyo incondicional, siempre me impulsaron y motivaron para que continuara siguiera adelante, me ayudaron y acompañaron en los momentos difíciles.
Esa operación marcó el antes y después en mi vida, me convertí en usuaria de silla de ruedas y fue ahí que me di cuenta de lo que enfrentan las personas con discapacidad.
Aunque en el colegio en el que terminé de estudiar hicieron esfuerzos por facilitar mi acceso y fueron todos muy colaborativos, el ingreso a la Universidad fue otra historia. Es muy difícil ser usuario de silla de ruedas, los edificios, las calles, el transporte no tienen condiciones y limitan las oportunidades de los usuarios de sillas de ruedas.
Fueron esas barreras arquitectónicas y las actitudinales las que me llevaron a cuestionarme fuertemente en lo que podía hacer para concientizar a las personas, autoridades y tomadores de decisión acerca de la necesidad de abordar el tema de discapacidad en toda su integridad y me convertí en activista de la causa.
La ciudad te dice todos los días que no puedes, la gente te dice que no puedes, es un constante NO, desde que sales de tu casa y no puedes tomar un transporte, el momento en que se rompe la cadena de accesibilidad es cuando te dicen que no puedes.
En 2014 tuve la oportunidad de participar en un certamen internacional de belleza para mujeres en silla de ruedas, fue una experiencia inolvidable, quedé entre las 8 finalistas, pero sobre todo fue lo que terminó de impulsarme a hacer algo.
Ese mismo año, luego de presentar una propuesta de atención a personas con discapacidad soy fui elegida como candidata a concejala municipal y en 2015, asumí el cargo.
Entre las satisfacciones de este cargo está el promover constantemente la inclusión de personas con discapacidad en todos los ámbitos: transporte, educación, cultura, etc.; eso es lo que hago y lo que quiero seguir haciendo.
Las niñas, los niños y adolescentes con discapacidad deben dejar de ser vistos como víctimas y convertirse en protagonistas.

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